
24 Feb “No! No! No!” – Entendiendo la resistencia infantil y cómo manejarla
Escuchar “¡No, no, no!” se vuelve algo habitual en ciertas etapas del desarrollo infantil, lo que puede generar frustración en los padres. Sin embargo, este comportamiento es una parte esencial del crecimiento. Cuando un niño pequeño comienza a decir “no” constantemente, muchos padres se sienten desconcertados. ¿Por qué, de repente, todo se convierte en una batalla?
La respuesta radica en el desarrollo emocional y cognitivo de esta etapa crucial.
Si tienes un niño pequeño en casa, seguro has escuchado la palabra “no” más veces de las que puedes contar. Esta fase es normal y fundamental en el desarrollo infantil, ya que los ayuda a afirmar su identidad y explorar su autonomía. Aunque puede parecer un desafío constante, comprender su origen y aprender a gestionarlo con respeto y paciencia hará una gran diferencia en la crianza.
¿Por qué dicen “no” los niños?
A partir de los 2 años, los niños descubren su independencia y empiezan a afirmar sus propias decisiones. Decir “no” les ayuda a sentir control sobre su entorno y es clave en su desarrollo. Algunas razones comunes de esta conducta son:
- Deseo de autonomía: Buscan tomar decisiones por sí mismos.
- Exploración de límites: Prueban hasta dónde pueden llegar y cómo responden los adultos.
- Expresión de emociones: Usan el “no” para manifestar frustración, cansancio o incomodidad.
- Búsqueda de atención: A veces, es su manera de asegurarse de que los escuchan.
- Descubrimiento del control: Exploran su influencia sobre su entorno y las reacciones que generan.
El cerebro en desarrollo
El cerebro de los niños aún está en desarrollo, especialmente la corteza prefrontal, que es la responsable de la regulación emocional. Como resultado, los niños suelen reaccionar de manera impulsivamente, tienen dificultades para gestionar la frustración y les cuesta esperar o postergar una gratificación. Este proceso de maduración toma tiempo y requiere guía para ayudarlos a desarrollar habilidades de autorregulación.
Es importante que los padres modelen calma y paciencia, ayudando a sus hijos a aprender a manejar sus emociones.
Cómo manejar el “no” de manera efectiva
Valida sus emociones
❌ ¡Te pones el abrigo porque lo digo yo!
✅ Entiendo que no quieras ponértelo. ¿Hace mucho calor? ¿Quieres elegir otro?
Ofrece opciones
❌ Tienes que comer esto ahora.
✅ ¿Prefieres empezar con la zanahoria o el arroz?
Redirección positiva
❌ Es hora de recoger los juguetes.
✅ ¡Vamos a ver quién guarda más juguetes en un minuto!
Aplicar límites saludables
Los límites ayudan a los niños a sentirse seguros y a entender las reglas de convivencia. La clave es establecerlos de manera firme pero amorosa:
🚫 ¡Te abrochas ya o nos bajamos del coche!
✅ Es importante que estemos seguros. No arrancaremos hasta que estés abrochado.
Fomentar la autorregulación
Ayuda a tu hijo a identificar sus emociones y a manejarlas con calma: Veo que estás molesto. Es normal sentirse así, pero podemos encontrar una forma tranquila de solucionarlo.
El “no” constante en los niños pequeños es una señal de su creciente independencia y una oportunidad para guiarlos en su desarrollo. En lugar de verlo como un desafío, podemos utilizar esta etapa para fortalecer nuestra conexión con ellos, empatizando con sus emociones, ofreciéndoles opciones en lugar de órdenes y utilizando el juego como herramienta de aprendizaje. Además, establecer límites claros con explicaciones sencillas y fomentar la autorregulación les ayudará a gestionar sus emociones de manera saludable. Aunque esta fase puede ser desafiante, también es una valiosa oportunidad para enseñarles a tomar decisiones y expresarse de forma positiva.
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Dimas E. Villarreal P.
⚡️Psicólogo Clínico de niños y adolescentes/ Terapeuta
🖍Psicopedagogo
🤖Terapia de Juego
#HoyfuialPsicologo