15 Jun Rutas de la lectura
La lectura es un proceso en el que nuestro cerebro decodifica las letras y las convierte en significado. Sin embargo, este proceso puede seguir diferentes rutas según las estrategias cognitivas utilizadas.
Existen tres principales rutas de lectura: la ruta directa o visual, la ruta indirecta o fonológica y la ruta léxica sin pasar por el sistema semántico. Comprender estas rutas puede ayudarnos a identificar las habilidades o dificultades de lectura y comprensión.
¿Cómo leemos?
Cuando leemos, seguimos cuatro etapas:
- En primer lugar, recibimos información a través de nuestros sentidos, específicamente a través de la vista o por medio del tacto para el sistema Braille. Este proceso se refiere a la percepción, donde observamos y reconocemos los símbolos gráficos como letras o palabras.
- Luego accedemos a nuestro almacén de palabras, donde buscamos la información que hemos recibido durante la percepción y le asignamos un significado. Esto implica el procesamiento léxico de las palabras. El acceso a estas palabras es más rápido si son familiares o frecuentes para nosotros.
- La información se organiza en frases, lo cual implica un procesamiento sintáctico.
- Luego, intentamos comprender de manera global lo que hemos leído. Este paso involucra el procesamiento semántico, donde buscamos entender el significado general del texto.
Rutas de la lectura
En 1988, Ellis y Young propusieron un modelo teórico de las rutas de lectura, conocido como el modelo de procesamiento dual. Según este modelo, existen dos rutas principales utilizadas durante la lectura:
Ruta directa o visual
La ruta directa o visual se basa principalmente en reconocer palabras completas mediante la identificación de patrones visuales y configuraciones. En esta ruta, el lector procesa las palabras sin descomponerlas en unidades más pequeñas. Es decir, no se realiza una correspondencia fonema-grafema para decodificar las palabras. Esta ruta es rápida y eficiente, especialmente para palabras comunes y conocidas. Esta ruta se distingue porque se procesa rápidamente textos familiares y automatizados.
Ruta indirecta o fonológica
La ruta indirecta o fonológica se centra en la conversión de letras en sonidos y emplea el conocimiento fonológico para decodificar las palabras. En esta ruta, el lector descompone las palabras en unidades más pequeñas, como letras o grupos de letras, y las combina para formar sonidos y significados. Esta ruta es especialmente útil para palabras desconocidas o de vocabulario más complejo. Los lectores principiantes o en proceso de aprendizaje suelen usar más esta ruta para construir su capacidad de lectura.
El modelo propuesto por Ellis y Young sugiere que estas dos rutas trabajan de manera interactiva y complementaria durante la lectura, aunque la ruta léxica se considera más rápida y eficiente para el reconocimiento de palabras familiares, mientras que la ruta fonológica se emplea más cuando se encuentran palabras desconocidas o de baja frecuencia.
Ruta léxica sin pasar por el sistema semántico
Se basa en el reconocimiento visual instantáneo de palabras sin necesidad de comprender su significado completo. En esta ruta, el lector identifica rápidamente palabras conocidas a través de la memoria visual y las recupera automáticamente sin pasar a darle un significado a lo leído. Es decir, que puede presentar dificultades en la comprensión lectura.
¿Qué pasa cuando hay fallas en estas rutas?
Los niños con dificultades significativas en la lectura o con un trastorno específico de aprendizaje con gravedad en la lectura presentan fallas en las rutas directa e indirecta.
Cuando la ruta visual presenta dificultades, el niño deberá leer letra por letra, lo que afectará tanto su velocidad de lectura como la comprensión de lo que lee, ya que deberá prestar atención al proceso de convertir los grafemas en fonemas y no podrá enfocarse en el contenido del texto. Cuando esta ruta presenta problemas, se pueden observar los siguientes errores:
- Dificultad para leer palabras que son familiares o de uso frecuente.
- Dificultad para distinguir el significado de palabras que suenan igual, pero tienen diferentes ortografías (como “hola” y “ola”), debido a que su lectura se basa en el sonido.
- Errores en la aplicación de reglas ortográficas.
Si los problemas son en la ruta fonológica se le dificultará analizar las letras que forman las palabras y, en su lugar, las leerá en su totalidad y se apoyará directamente en su «almacén de palabras». Si encuentra una palabra desconocida que no tiene almacenada, tendrá que sustituirla por otra similar. Se pueden observar los siguientes errores en la ruta fonológica:
- Dificultad para leer palabras desconocidas o poco comunes, así como palabras inventadas o sin significado.
- Sustituciones, inversiones, omisiones, adiciones, uniones o separaciones incorrectas de letras en las palabras.
- Confusión de palabras similares, como por ejemplo, leer “tala” en lugar de “pala”.
- Errores derivados, donde leen una palabra derivada en lugar de su forma base, como leer “saludar” en lugar de “saludos”.
- Lexicalizaciones o aproximaciones que realizan. Es decir, leer palabras como si tuvieran un significado incluso cuando no lo tienen. Por ejemplo, leer “duerta” en lugar de “puerta”.
En resumen, si detectamos errores o falta de comprensión lectora, es fundamental buscar la ayuda de un profesional especializado para identificar la dificultad y diseñar un plan de intervención adecuado. Además, en el entorno familiar, podemos implementar actividades diarias que involucren el uso de cuentos con pictogramas (que presentan la palabra junto a una imagen) o con audio (que permite escuchar la palabra siendo leída en voz alta), ya que estas herramientas brindan un valioso apoyo para corregir los errores en la ruta de lectura.
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Dimas E. Villarreal P.
⚡️Psicólogo Clínico de niños y adolescentes/ Terapeuta
🖍Psicopedagogo
🤖Terapia de Juego
#HoyfuialPsicologo
