03 Ago Haciendo la Diferencia: Navegando por los Ajustes Razonables y Tu Rol como Padre
Como padres, nuestra participación es fundamental en esta travesía, y es crucial empoderarnos para brindar el apoyo necesario a nuestros hijos.
¿Qué son los ajustes razonables o adecuaciones curriculares?
Los ajustes razonables son modificaciones o adaptaciones que se realizan en el entorno educativo para garantizar que los estudiantes con necesidades especiales o dificultades transitorias accedan a la educación en igualdad de condiciones. Estos se dividen en tres categorías: ajustes de acceso, no significativos y significativos.
Los ajustes de acceso son modificaciones básicas que buscan eliminar barreras y facilitar el aprendizaje del niño. Por otro lado, los ajustes no significativos no alteran el currículo, pero permiten una mayor participación y comprensión de los contenidos. Mientras que los ajustes significativos, más profundos, se adaptan a las necesidades individuales del niño, permitiéndole aprender a su propio ritmo.
Conocer estos tipos de ajustes razonables nos capacita para colaborar de manera efectiva con educadores y profesionales, tomando decisiones informadas y abogando por el bienestar educativo de nuestros pequeños.
En esta travesía, reconocemos nuestra importancia como piezas fundamentales. Nuestra participación activa en las reuniones escolares, el seguimiento de los avances y el apoyo en el hogar marcan la diferencia en el desarrollo y éxito académico de nuestros hijos.
¿Por dónde iniciamos?
El primer paso en este camino es anotar las observaciones. Como padres, somos los primeros en notar las necesidades de nuestros hijos. Anotemos sus desarrollos, dificultades, fortalezas y cualquier preocupación relevante para compartir con la escuela y el equipo de profesionales.
En segundo lugar, solicitaremos una evaluación especializada. Conversemos con el pediatra, la maestra o equipo de apoyo del colegio para expresar nuestras preocupaciones, pues ellos pueden proporcionarnos referencias para que nuestros hijos sean evaluados por profesionales especializados, quienes brindarán detalles sobre la situación y los siguientes pasos a seguir.
Tercer Paso Crucial: Conociendo las Leyes de Inclusión para facilitar la Educación.
Antes de nuestras reuniones, es fundamental revisar las leyes locales (¡aquí les dejo las de Panamá!) e internacionales más relevantes que rigen la inclusión educativa. Además, conocer sobre Plan de Educación 2030 (¡descárguenlo aquí!), que es la Declaración de Incheon y Marco de acción para la realización del objetivo de Desarrollo Sostenible “Garantizar una educación inclusiva y equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos”.
Recordemos que también tenemos responsabilidades en este proceso. No dejes de leer la Ley que regula la participación de los padres de familia o acudientes en el proceso de enseñanza-aprendizaje para estar plenamente involucrados en el desarrollo educativo de nuestros hijos. Debemos estar preparados y consultar con los profesionales o el colegio de nuestro hijo en caso de tener preguntas.
Por último, dejaremos todo por escrito. Plasmaremos nuestras observaciones, fortalezas, desafíos de aprendizaje y dificultades académicas y de comportamiento que observemos en nuestro hijo. Esto ayudará a los profesionales y maestros a tener una visión completa del niño y brindar el mejor apoyo posible.
Con todo en orden, estaremos listos para navegar hacia la primera reunión o seguimiento que corresponda. Entregaremos las sugerencias del profesional si el estudiante ha sido evaluado previamente y solicitaremos una reunión con los maestros para las vías de acción que se brindará a nuestro hijo. Salgamos de la reunión con un plan de acción detallado (escrito) sobre los ajustes razonables o adecuaciones curriculares que se aplicarán.
¿Qué hacer si el plan no está funcionando?
Si en algún momento notamos que el plan establecido no está obteniendo los resultados deseados, debemos considerar acciones para garantizar el apoyo del niño en su educación.
Es crucial que no dudemos en solicitar una reunión con el colegio. Un paso esencial es comunicarse con el profesional encargado del tratamiento o terapias del niño, explicar la situación y colaborar en la búsqueda de estrategias o nuevas sugerencias que puedan ser implementadas en la escuela.
Es importante recordar que los ajustes razonables o adecuaciones curriculares no son un privilegio, sino un derecho fundamental para los estudiantes.
Durante esta reunión con el colegio, tenemos la oportunidad de expresar nuestras preocupaciones y solicitar que se dialogue con los maestros involucrados para revisar y reafirmar su compromiso en la implementación de los ajustes. Si esta instancia no resulta efectiva, podemos tomar la iniciativa de organizar una reunión conjunta con el colegio y el profesional para desarrollar un plan detallado que asegure el cumplimiento adecuado de los ajustes y una mejor supervisión en el futuro.