
08 Sep Tratamiento basado en la mentalización
Cada vez más padres se sienten preocupados cuando sus hijos muestran ansiedad, tristeza, cambios de humor o comportamientos desafiantes. Dentro del abanico de tratamientos psicológicos disponibles, el enfoque basado en la mentalización ofrece una vía valiosa para comprender y acompañar emocionalmente a los niños.
Este enfoque no busca “corregir” al niño desde fuera, sino ayudarle a comprender su mundo interno y el de los demás, fortaleciendo así su bienestar emocional, su conducta y su capacidad de relacionarse.
¿Qué es la mentalización?
Mentalizar es reconocer que cada persona tiene pensamientos, emociones, intenciones y deseos que pueden ser diferentes a los nuestros.
Es hacer el esfuerzo de imaginar cómo se puede estar sintiendo otra persona, como tu hijo o hija, sin dar por hecho que lo sabes, sino manteniéndote abierto y curioso.
Por ejemplo: si tu hijo llega a casa molesto y lanza su mochila, una respuesta mentalizadora no sería simplemente corregir el comportamiento, sino preguntarte:
¿Qué habrá vivido hoy? ¿Está frustrado, triste, confundido? ¿Cómo puedo ayudarle a poner en palabras lo que siente?
La mentalización ayuda a los niños a sentirse comprendidos, y les enseña poco a poco a entender lo que les pasa por dentro.
¿Qué es el tratamiento basado en la mentalización (MBT-C)?
El MBT-C (por sus siglas en inglés: Mentalization-Based Treatment for Children) es una terapia psicológica creada especialmente para niños de entre 5 y 12 años, y sus familias.
Es un tratamiento breve, de aproximadamente 12 sesiones, que busca fortalecer la capacidad del niño para entender sus propios estados emocionales y los de los demás, algo esencial para su desarrollo emocional, social y familiar.
¿Cómo funciona la terapia?
La terapia se basa en tres elementos clave:
Sesiones individuales con el niño: donde se trabaja a través del juego, el dibujo, historias o metáforas, ayudándole a identificar emociones, pensamientos y necesidades.
Sesiones con los padres: para acompañar su comprensión del niño, y fortalecer su propia capacidad de mentalizar como adultos cuidadores.
Actitud del terapeuta: que modela una manera de relacionarse basada en la curiosidad, el respeto y la sensibilidad hacia lo que ocurre en la mente del otro.
El objetivo no es solo que el niño “se porte mejor”, sino que aprenda a comprender y regular lo que siente, lo que a su vez mejora su comportamiento y su relación con los demás.
¿Qué beneficios ofrece?
Mejora en la expresión emocional.
Reducción de conductas desafiantes.
Fortalecimiento del vínculo con los padres.
Mayor autoestima y seguridad emocional.
Más herramientas para enfrentar cambios, conflictos o momentos difíciles.
¿Para qué niños está indicado?
Este tratamiento puede ser especialmente útil en casos donde el niño:
Ha vivido cambios importantes (divorcio, mudanza, duelo).
Tiene dificultades para expresar lo que siente.
Muestra retraimiento, ansiedad o conductas agresivas.
Ha vivido experiencias de trauma, negligencia o rechazo.
Tiene conflictos familiares o dificultades en la escuela.
La mentalización es una capacidad fundamental para cualquier ser humano, pero se desarrolla con el tiempo y con el apoyo de los adultos. Cuando ayudamos a un niño a pensar sobre lo que siente y a sentirse pensado por quienes lo cuidan, le damos herramientas para comprenderse mejor y también para relacionarse de forma más segura y saludable con los demás.
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Dimas E. Villarreal P.
⚡️Psicólogo Clínico de niños y adolescentes/ Terapeuta
🖍Psicopedagogo
🤖Terapia de Juego
#HoyfuialPsicologo