Las emociones cambiantes forman parte de la adolescencia, cuando estas son más extremas y volátiles que lo habitual podemos estar hablando de un adolescente emocionalmente disregulado.

La regulación emocional es la capacidad de controlar y responder emocionalmente a diversas situaciones o adaptarnos a un contexto. En resumen es la capacidad de gestionar nuestras emociones. 

En la consulta psicológica de adolescentes se han disparado los casos como resultado de la pandemia.

Con la llegada de la pubertad se desarrollan conductas y comportamientos propios de la adolescencia. Sin embargo, la Pandemia de Covid-19 ha traído desencadenantes, entre los más destacados: pocas horas de actividad física que sirven para canalizar la energía, disminución del contacto con sus amigos, demasiado tiempo frente a las pantallas producto de los entornos de aprendizaje, redes sociales, videojuegos, entre otros. 

Señales de un adolescente emocionalmente disregulado*

*Pongamos estas señales con mayor intensidad y frecuencia que lo habitual.

👉🏻  Se mueven más de lo acostumbrado.

👉🏻  Resistencia a los hábitos de aseo y limpieza.

👉🏻  Ansiedad, frustración e ira.

👉🏻  Cansancio y agotamiento.

👉🏻  Estallidos o reacciones exageradas ante situaciones cotidianas. 

👉🏻  Respuestas apáticas, cortas o breves con sus familiares.

👉🏻  Aburrimiento y aislamiento que puede estar relacionado con tristeza.

¿Cómo podemos ayudar a un adolescente emocionalmente disregulado?

📝  En primer lugar tengamos en cuenta que estamos en el mismo equipo. En otras palabras el adolescente no esta tratando de retar o molestar a los padres, sencillamente no sabe como lidiar con lo que le esta pasando. Lo más importante es conectarnos para regular, así el adolescente puede pedir ayuda.  

📝  En segundo lugar todos estamos haciendo lo mejor que podemos. Ciertamente esta intentando lidiar con el estrés o las estrategias que está utilizando no le están dando resultados favorables. Concéntrese en las posibles soluciones.

📝  Y en tercer lugar debemos dar el primer paso para sentarnos a escuchar y tratar de comprender que está pasando para buscar posibles soluciones. Recuerde usted es el modelo a seguir, por eso dé el ejemplo. 

Comunicación

Hay dos tipos de comunicación que debemos tener presente:

👂🏼  Comunicación emocional: se centra en las emociones y lo que estamos sintiendo en el preciso momento que está el problema en su punto. En otras palabras, pedir que hablemos cuando estamos así va a generar más discordia que solución. Por eso debemos centrarnos en acompañar, sentarnos al lado y esperar que el adolescente baje la revolución (o el nivel de estrés) y pueda conversar. Respetemos espacios.

👂🏼  Comunicación cognitiva: es aquí donde la conversación es útil para buscar posibles soluciones, nos pueden escuchar y nuestras sugerencias tendrán un efecto más amigable. La paciencia es fundamental para llegar a este momento.

Entonces, ¿cómo pasamos de una comunicación emocional a una cognitiva?

Validando sus emociones, por ejemplo identificando y ayudándolos a poner nombres a las emociones que están sintiendo. Además, del movimiento, es decir, caminar un poco puede facilitar la comunicación cognitiva.

Algunas estrategias que podemos desarrollar y practicar en casa pueden ser:

✅  Revisar las horas de sueño, alimentación y actividades físicas.

✅  Buscar espacios de interacción con sus amigos o compañeros de clases. 

✅  Realizar actividades placenteras por pequeñas o básicas que sean.

✅  Enseñarles a elogiarse por sus logros por pequeños que sean, por ejemplo: “Felicitate”.

✅  Dejar en claro que estamos abiertos a escucharlos de manera asertiva y sin prejuicios, por muy difícil que sea la situación o conflicto. 

En conclusión el adolescente emocionalmente disregulado necesita ser escuchado, conectarse con sus padres y cuidadores que los comprendan, sobre todo que estén dispuestos a acompañarlos en cada una de las situaciones que atraviesa, brindándole independencia y confiando en sus propias capacidades de resolución y manejo de emociones.