07 Abr Autismo
El trastorno del espectro Autista (TEA) es un trastorno del neurodesarrollo, que tiene su origen neurobiológico e inicio en la infancia. En la actualización del manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) la manera de diagnosticarlo pasó de una conceptualización categorial a una dimensional. Es decir, antes estaba ubicado dentro de los trastornos generalizados del desarrollo donde se podría encontrar el trastorno autista, trastorno de rett, trastorno desintegrativo infantil y trastorno de asperger; a ser un espectro (es como un paraguas que cubre una gama amplia y variada de presentaciones dentro de una misma área de déficit).
Las personas con autismo pueden cumplir ciertos criterios, pero cada persona con autismo es diferente y por eso hablamos de espectro.
Para el diagnóstico se deben observar dos criterios primordiales, el primero es dificultades en la comunicación e interacción social y segundo patrones restringidos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades (aquí es donde les digo a mis colega que la entrevista clínica es fundamental, más que una lista de checklist).
Ahora, algunos se podrán preguntar ¿dónde quedan los pacientes que fueron diagnosticados antes de la actualización del DSM con trastorno Asperger, desintegrativo infantil y autismo? según el manual, si cumplen los criterios del espectro se aplicara el diagnóstico de TEA… si no cumplen los criterios deben ser reevaludos, porque se pueden considerar otros trastornos.
El trastorno del espectro autista es amplio y se va manifestado en diversas áreas. Aquí no es blanco o negro, sino que hay matices es decir una neurodiversidad.
Este diagnóstico tiene que hacerse completo, debemos indicar si es con o sin:
- Discapacidad intelectual (aquí recordemos que debemos ver los dominios: conceptual, adaptativo y social)
- Deterioro del lenguaje
- Asociado a condiciones médicas
- Catatonia
- O comorbilidades, entre las más comunes (TDAH, ansiedad, comportamiento, entre otras).
No todos los niños con TEA presentan altas capacidades, como se describen en las películas, aquí debemos considerar una evaluación de capacidad intelectual con un test completo o de tipo no verbal.
En el lenguaje y a veces los padres me indican que el niño tiene buena pronunciación, padres y profesionales, aquí debemos comprender que la comunicación es amplia e implica articulación, funcionalidad, interacción social y comunicación.
La comunicación es la capacidad para transmitir un lenguaje y el lenguaje la capacidad para hablar.
Hay chicos con TEA que tienen lenguaje, pero se les dificulta cuando tienen que hablar con otras personas.
En interacción social podemos ver si hace contacto visual, disfruta de las interacciones con los demás o en la comunicación se expresa adecuadamente y le pone afectividad al asunto. Los latinos somos muy expresivos, algunos chicos con autismo se observan con un lenguaje muy mecánico o cómo dicen “pareciera que estuviera leyendo o diciendo algo aprendido”.
Los chicos con TEA pueden tener intereses muy fijos o pueden ser leves, pero a la final giran el tema y terminamos conversando sobre sus propios intereses, es aquí donde les digo que esa observación es indispensable (en mi práctica, de estos intereses se pueden aprender muchísimo, pero si nos quedamos ligados al momento de trabajar habilidades sociales será una dificultad).
También los estímulos sensoriales, en mis inicios de licenciatura escuchaba que los chicos con autismo caminaban en puntas, ¡Hello! hay niños o niñas que pueden tener dificultades o reacciones a los estímulos sensoriales y otros no, por eso se habla de espectro.
Algunos pueden tener o no dificultades motoras gruesas o finas, por eso depende de nuestra evaluación de la capacidad intelectual donde podamos ver más funcionalidad o gravedad.
Los niveles de severidad van a depender de los dominios de comunicación social y comportamiento restringidos y repetitivos.
Recordemos que un diagnóstico debe ser un malestar clínicamente significativo en diversas áreas de relevancia.
Los niños y niñas con TEA dentro del ambiente educativo deben ser incluidos dentro del programa de inclusión, tenga o no una discapacidad intelectual (recordemos que las altas capacidades también conllevan ajustes). Adicional, que mejor apoyo para las habilidades sociales que el recreo y reglas del aula de clases.
Tratamiento
Ningún tratamiento es capaz de CURAR el TEA, pero los diversos que existen, pueden lograr minimizar las conductas y criterios.
El desafío de un tratamiento basado en la evidencia radica en que es un espectro y cada niño, niña o adolescente con tea es diferente. El tratamiento debe ser individualizado y sí, conlleva costos, porque incluye varias especialidades y todavía los programas de salud pública no lo incluyen como una necesidad. Aunque las investigaciones del 2020 en USA indican que 1 de 54 niños son diagnosticados con TEA a los 8 años (Manner et al., 2020).
Primero en mi experiencia puedo indicar que los padres y familiares que logren la aceptación del diagnóstico son capaces de velar por cada terapia y apoyar con las mismas en casa, de salida ya eso hace un avance.
Segundo, padres y familiares, las pastillas, terapias milagrosas o dietas que se venden como curas y hasta hablan de casos reales, debemos cuestionarlas para corroborar si ese diagnóstico si fue o no clínico.
Varias intervenciones han demostrado ser eficaces para reducir los síntomas y malestares, mejorar las habilidades para la vida diaria e integración social o de comunidad.
Dentro del nivel uno de los tratamiento eficaces se encuentran el método ABA (análisis conductual aplicado y acompañado de docentes), padres, involucra varias horas por semana.
También los siguientes modelos:
👉🏼 Modelo Denver (ESDM) para niños pequeños de 12 a 48 meses.
👉🏼 Tratamiento y Educación de Niños con Autismo y Problemas Asociados de Comunicación (TEACCH). este método tiene una política “rechazo cero” es decir que trabaja con todas las edades y niveles de funcionalidad a partir del diagnóstico.
👉🏼 Intervención conductual temprana e intensiva (EIBI) para menores de 5 años.
👉🏼 Entrenamiento en Respuestas Pivótales (PRT) que se puede aplicar de 2 a 16 años.
👉🏼 Intervención Temprana en Autismo (ImPACT) para niños menores de 6 años.
“No todos los tratamientos son para todos los casos, ni todos los momentos vitales (Rodriguez 2019)”
Si me preguntan sobre farmacoterapia, pueden apoyar con las comorbilidades como la ansiedad, depresión, conductas autolesivas o a las crisis epilépticas, pero se necesita apoyo de un tratamiento en habilidades y conductas para la vida diaria para ver un avance.
- Conocer un diagnóstico temprano en conjunto con la intervención tendrá un impacto más favorable en la funcionalidad del menor.
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Dimas E. Villarreal P.
⚡️Psicólogo Clínico de niños y adolescentes/ Terapeuta
🖍Psicopedagogo
🤖Terapia de Juego
#HoyfuialPsicologo